martes, 11 de abril de 2017

Los siniestros vídeos con la imagen de multitud de cadáveres, principalmente niños, víctimas del «ataque» químico del ejército sirio en Jan Shijún han llamado la atención en todo el mundo. Los medios de comunicación más importantes han difundido instantáneamente tales terribles imágenes de “las atrocidades” perpetradas por Assad, sin haber tratado de comprender y averiguar la veracidad de la información transmitida.
Usando este pretexto, la administración de los EEUU ha visto la posibilidad de mostrar su carácter decidido en lo que respecta a su nueva política en Oriente Próximo y ha asestado un ataque “de respuesta” al aeródromo sirio “Shayrat”. Sin embargo, después de este ataque, se ha comenzado a estudiar por parte de los expertos “las pruebas” del empleo de armas químicas en Jan Shijún, y hay muchas preguntas inconvenientes.

En primer lugar, en los medios de comunicación (CBS, ABC News, la CNN, Euronews, Smart News, Associated Press etc.) se han emitido imágenes del mismo vídeo creado por la organización no gubernamental “Cascos Blancos” del cual no se sabe nada, ni quién estuvo presente. Otras confirmaciones del ataque químico no se han ofrecido.
En segundo lugar, los primeros mensajes acerca de un ataque con sustancias tóxicas en Jan Shijún aparecieron en Internet por la mañana temprano el día 4 de abril, mientras que los ataques aéreos de las fuerzas aéreas de Siria a las posiciones de los terroristas fueron realizados algunas horas después, a las 11 de la mañana.
Conforme al informe del proyecto independiente británico de investigaciones periodísticas Bellingcat, a las 6.22 de la mañana (UTC) Edlib Media Center comenzó la transmisión en línea desde el lugar de la tragedia. A las 6.33 de la mañana (UTC) en Youtube se subió el vídeo donde se muestran los cadáveres de 9 niños.
Al acceder a ( https://www.youtube.com/watch?v=v6rqgSGclUw ) vemos que el video fue publicado el día 3 de abril. Según la información técnica de los especialistas en todos los vídeos difundidos en Internet falta por completo la información técnica (dónde, cuándo, por quién fue creado el fichero).
Es decir, todos los metadatos han sido preliminarmente eliminados, y solamente después el vídeo ha sido subido a la Red. De ahí que establecer la propiedad de autor, como también el lugar y el momento en que se preparó el vídeo no parece posible. Se comprueba así que el vídeo está destinado para una finalidad concreta.
En tercer lugar, en las imágenes del vídeo vemos las manos desnudas del operador sin protección alguna, provocando así la duda ante la veracidad de tal situación. Los expertos en armas químicas señalan que después del ataque con gas sarín, la muerte llega a los 15 minutos, y su concentración letal en el aire se conserva durante todo el día. Sin embargo, según el video y las fotopruebas “de los Cascos Blancos”, quienes prestan la ayuda a los afectados trabajan sin medios especiales de protección, y los periodistas usan solamente mascarillas primitivas, y el mismo día envían los reportajes desde el lugar del acontecimiento.
En las imágenes se muestra a personas todavía vivas que testimoniarían que el ataque químico fue realizado recientemente, y no está claro cómo los operadores y los socorristas, sin usar medios de protección, ni han muerto ni manifiestan indicios de envenenamiento. Además, los niños que han sufrido el ataque deberían morir antes que los adultos debido a su reducido peso, pero en el vídeo queda patente la evidente incongruencia de que las personas adultas son las primeras en morir mientras que los niños pequeños continúan vivos.
Además, comentando las consecuencias del ataque químico, los expertos indican que un ataque con sarín sobre el asfalto no puede formar un cráter como se muestra en el vídeo del periodista Hadi Abdallah. La carga química opera sobre la superficie y no sobre el suelo para así provocar máximo efecto sobre las personas, de lo contrario la sustancia activa ardería sin haber causado daño a los allí presentes.
En cuarto lugar, los síntomas de las víctimas del ataque químico dejan también una serie de preguntas. Los síntomas del gas sarín son convulsiones, calambres, excreción involuntaria, sialismo abundante, osmidrosis, fuertes dolores y aumento de la sensación de miedo.
Estos indicios no se observan en Jan Shijún. Los cadáveres están en poses naturales relajadas, y deberían retorcerse por el dolor o permanecer retorcidos después de morir; los niños respiran penosamente, pero se portan tranquilamente, no gritan y no lloran. Las ropas blancas conservan su color natural. Además, los indicios de envenenamiento no se manifiestan al mismo tiempo y lo hacen con desigualdad: a unos se les estrecha las pupilas, a otros se les presenta una respiración dificultosa, a terceros se les produce una hemorragia por la nariz.
En quinto lugar, el análisis de los vídeos de los “Cascos Blancos” realizado por los especialistas médicos testimonia que el ataque químico en Jan Shijún es una simulación. El presidente de la asociación no gubernamental de investigación “Médicos Suecos por los Derechos Humanos” (SWEDHR), el profesor Marcello Ferrada de Noli y sus colegas, han estudiado las acciones de los “socorristas” en el ataque químico y han llegado a la siguiente conclusión: los niños mostrados en los vídeos se encuentran más bien bajo el influjo de drogas y no de sustancias tóxicas provenientes de armas químicas; la inyección de adrenalina se hace también incorrectamente y puede llevar a la muerte del niño.
Según los médicos suecos, los activistas de los “Cascos Blancos” no salvan, y matan consecuentemente a los niños para después darlos por víctimas del ejército sirio.
En Internet había también opiniones de analíticos independientes. Por ejemplo, el experto americano en el campo de la seguridad Joel Skausen (https://www.worldaffairsbrief.com/), cree que “el incidente en Jan Shijún es una farsa, además los medios de comunicación mayoritarios acusan del ataque químico a Assad aunque la única fuente de información en la que se apoyan es que los EEUU apoyan a los insurrectos sirios”. Según su opinión, semejante incidente es parte de manipulaciones políticas con el objetivo de presionar incluso al presidente de los EEUU Donald Tramp y su política en Oriente Próximo.
Los medios de comunicación han creado una constante imagen negativa en nuestra conciencia del presidente de Siria Bashar Al-Assad, por eso la siguiente manifestación de sus “atrocidades”, probablemente creará las condiciones favorables para reforzar la presión en la comunidad internacional con el objetivo de hacerle tomar medidas respecto a Damasco, Moscú y Teherán, pues éstos últimos apoyan al primero.
Además, detrás de esta campaña propagandística sobre el ataque químico puede estar la aspiración de distraer la atención de los ataques aéreos de los EEUU al territorio de Siria y de la legitimidad de las acciones de la coalición internacional, también de la situación en Irak, ya que ahora la ONU está desconcertada por la investigación de la tragedia en Jan Shijún y no por las víctimas de los bombardeos de Mosul y por la violación de la soberanía siria por parte de los EEUU.

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